Diferencias entre: Resistencia a la Insulina, Prediabetes y Diabetes
El cuerpo necesita azúcar como combustible para llevar a cabo todas sus funciones y es por esto que al consumirla en los alimentos (no necesariamente azúcares refinados como los dulces, sino que en todos los hidratos de carbono como los granos, las masas, los cereales, etc), el páncreas libera insulina, una hormona cuya función es lograr que la glucosa entre a las células desde la sangre para generar energía.
Cuando una persona consume glucosa en exceso (pastas, pan, arroz, papas, dulces, pasteles, etc) hace que su cuerpo esté constantemente produciendo insulina, la que se mantiene todo el tiempo en niveles más elevados de lo que debería, hasta que las células empiezan a responder menos a su presencia y ya no introducen de manera eficiente la glucosa en su interior a pesar de que la insulina esté elevada, lo que mantiene altos los niveles de azúcar en la sangre.
Por otra parte, cuando una persona ya padece de insulino resistencia, para compensar que las células no quieran responder a la insulina, secretan más y más insulina hasta que el páncreas se empieza a agotar y empieza a perder su capacidad de producir y liberar esta hormona. Acá se puede ver cómo en exámenes de sangre, la glicemia de ayuno se encuentra elevada, o bien, después de una prueba de tolerancia a la glucosa, el cuerpo responde mal, manteniendo los niveles de glucosa muy elevados en la sangre, aunque no en rangos de diabetes. Esta situación ya se denomina intolerancia a la glucosa o prediabetes. Sin embargo, la buena noticia es que, al iniciar cambios importantes de la alimentación y una rutina de ejercicio constante, se podría evitar el paso hacia la diabetes, o bien atrasar su aparición en muchos años.
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