OMEGA 3 Y 6Las plantas no son los únicos alimentos que están sufriendo variaciones debidas a la explotación. Las técnicas de la ganadería y la acuicultura actuales están cambiando la composición de la carne y el pescado. Es aquí donde entran en juego los ácidos grasos esenciales; en concreto, los conocidos Omega-3 y Omega-6. Se llaman esenciales precisamente porque nuestro cuerpo no es capaz de producirlos.
A partir de ellos, nuestro organismo sintetiza los Eicosanoides, unas moléculas que regulan entre otras cosas los procesos de inflamación.
Si el balance entre ambos no es el adecuado y hay un exceso de Omega-6, entonces llegan la obesidad, enfermedades cardíacas, hipertensión, exceso de triglicéridos y la artritis.
Por tanto, la dieta ideal es la que contiene una proporción entre Omega 3 y Omega 6 entre 3 a 1 y mínimo 1 por 1
En nuestra dieta, los ácidos grasos Omega 6 se obtienen sobre todo de los aceites vegetales y frutos secos, mientras que la principal fuente de Omega 3 es el pescado azul. Por desgracia, la dieta occidental típica contiene un exceso de Omega 6. El balance se ha roto en los productos de origen animal. En la carne de animales salvajes, o de los criados con pasto al aire libre, la proporción de Omega 6 y Omega-3 es cercana a 1:1. En cambio, en las vacas y cerdos criados con grano el Omega 3 desciende tremendamente y la proporción se dispara
a 20:1. Lo mismo ocurre con la leche y, en menor medida, con los huevos.
a 20:1. Lo mismo ocurre con la leche y, en menor medida, con los huevos.
El pescado graso es sin duda la mejor fuente de Omega 3. Sin embargo, los peces criados en piscifactorías, y que son alimentados con piensos, también muestran un descenso notable. El salmón noruego ha visto reducido su contenido en Omega 3 a la mitad en los últimos diez años, según reconocen los propios productoresAun así, sigue ganando por goleada a cualquier leche enriquecida en Omega 3.
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